Oaxaca transitó de firmar convenios de escritorio a acciones concretas contra la violencia de género. El secretario de Gobierno, Jesús Romero, destaca los programas de autocuidado emocional y cero tolerancia al acoso, implementados por la presente administración
NADIA SANABIA
En el marco del Día Naranja, jornada mensual dedicada a la concientización sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres, el secretario de Gobierno de Oaxaca, Jesús Romero, detalló las estrategias implementadas por la actual administración.
Romero destacó el programa «Pa las oaxaqueñas», diseñado para consolidar una red de apoyo integral, con énfasis en las víctimas de violencia. Esta iniciativa forma parte de un enfoque que incluye el autocuidado emocional de las mujeres, un aspecto que, advierte Romero, «a veces se olvida».
La administración de Salomón Jara ha implementado la Campaña Naranja «Únete» en 70 municipios, un plan estratégico desarrollado en colaboración entre la Secretaría de Gobierno que Romero encabeza y la Secretaría de las Mujeres. Este esfuerzo busca reducir la brecha de oportunidades entre mujeres y hombres.
Un elemento central de la estrategia es la política de cero tolerancia al acoso en el ámbito laboral gubernamental. «Hemos implementado buzones de denuncia en más de 50 dependencias estatales», afirmó Romero. Este programa, aunque parte de un acuerdo nacional, no había sido puesto en marcha anteriormente, ya que durante el pasado gobierno no se llegaron a instalar los comités operativos en las instituciones públicas.
El compromiso se extiende más allá de las instituciones estatales: Romero informó sobre la consolidación de comités para erradicar la violencia contra las mujeres en ocho municipios, incluyendo Pinotepa Nacional y San Pedro Mixtepec. En cuanto al autocuidado emocional, mencionó la realización de talleres en 40 localidades distintas del estado.
Al comparar las acciones actuales con las del gobierno anterior, Romero fue enfático: «Si nos vamos a una comparativa, no habría un punto de comparación porque (en el anterior sexenio) eran actividades donde solo se suscribían convenios, había eventos rimbombantes pero nada de territorio, solo escritorio.»