Ahora se sabe que la zona arqueológica zapoteca de Mitla fue una ciudad de los muertos. Ya que debajo de un edificio en una sección de las ruinas conocida como Grupo de Columnas, se descubrió una red de túneles que se usaba para entierros antiguos.
Dentro de la cámara subterránea hay una columna misteriosa con una curiosa leyenda.
Se dice que la columna fue creada para un ritual: abrázala y verás cuánto tiempo te queda de vida. Una versión dice que si envuelves el pilar con los brazos y lo sientes moverse, morirás pronto. Algunos creen que si abrazas la columna cae sobre ti una maldición, porque una vez que sabes cuántos años te quedan, no puedes hacer nada para cambiarlos.
Por fortuna o quizá no, la columna se ha dañado tanto por todas las personas que la abrazaron a lo largo de los años que ahora está fuera de nuestro alcanzo predecir nuestra muerte. Pero hay otras columnas idénticas que puedes abrazar en todo el complejo de ruinas.
Esta leyenda nació de un lugar que se ha asociado con la muerte durante muchos años. El nombre original del sitio era Lyobaa, una palabra zapoteca que significa “lugar de descanso”.
Los mixtecos conocían el lugar como Ñuu Ndiyi, «lugar de los muertos», y cuando los arqueólogos llegaron de la Ciudad de México cambiaron el nombre de la ciudad con el nombre náhuatl, Mitla, o «ciudad de los muertos».
Lo cierto es que hoy en día es imposible saber exactamente para qué se usaba el antiguo edificio o qué tipo de rituales se realizaban en su interior.
Los vestigios fueron en su mayoría destruidos para financiar capillas católicas durante la conquista española, y toda la historia alrededor de este lugar desapareció, dejando solo leyendas.
La Columna de la Muerte es el nombre que recibe este de Mitla, es uno de los sitios arqueológicos más conocidos de México. En Oaxaca solo es superado en rango por el impresionante sitio de Monte Albán.
Mitla está situado a una altura de 1480 m, está rodeado por las montañas de la Sierra Madre del Sur. Se piensa que Mitla fue fundada por zapotecas y mixtecos, qu como sea, está claro que Mitla tenía alguna conexión con los muertos.
Hoy en día, el legado de los mixtecas en Mitla se percibe en la huella que dejaron en la arquitectura y el diseño de la ciudad antigua. Los españoles llegaron a Mitla en 1521 cuando la ciudad estaba habitada y funcionaba como un importante centro religioso.
Pero más allá de la columna de la muerte, Mitla tiene un mundo de artefactos excepcionales, como cámaras funerarias, edificios de columnas, patios, frisos que decoran sus paredes.
Los frisos se componen de piedra tallada y pulida, cada uno sujeto por el peso de las piedras adyacentes. Se cree que los artesanos de Mitla crearon estos frisos de esta manera, ya que no utilizaron argamasa para sus construcciones.