Por: Luz Palacios
La Iglesia Cristiana Interdenominacional dio a conocer que miembros y sus familias de esta iglesia fueron expulsados del pueblo de Cerro Cajón perteneciente a San Isidro Arenal, en el municipio de San Juan Lalana, Oaxaca.
También notificaron de la liberación de tres mujeres, quienes seguían retenidas por pobladores de Cerro Cajón. Las mujeres retenidas eran Cristina Hernández Enríquez, de 82 años; Maximina Contreras, de 51 años, y esposa del pastor de la comunidad, así como Esmeralda Antonio, de 21 años e hija del matrimonio, las tres fueron liberadas en inmediaciones del poblado denominado Rayo Blanco.
La Confraternidad de Pastores de Oaxaca denunció la alarmante violencia contra la comunidad cristiana en Cerro Cajón, San Isidro Arenal, San Juan Lalana, además la Iglesia Cristiana Interdenominacional condenó la destrucción de viviendas y la expulsión forzada de familias cristianas, señalaron que estos hechos son una muestra de las graves violaciones a los derechos humanos.
Cabe destacar que además de destrozar sus viviendas, saquearon sus pertenencias, retuvieron y torturaron a tres integrantes de su congregación cristina, quienes vieron como destrozaban sus hogares, indicaron en su denuncia pública, al mismo tiempo exigieron respuesta a las autoridades por estos hechos.
Por su parte, la mañana de este jueves, en el monumento a Benito Juárez en el cerro El Fortín de Oaxaca, la Confraternidad de Pastores de Oaxaca convocó a una manifestación en contra de la violencia ejercida contra los integrantes de la comunidad cristiana localizada en la región Cuenca del Papaloapan.
Además, la comunidad cristiana divulgó un mensaje en sus redes sociales en el que sostuvieron que es tiempo de detener la persecución religiosa en Oaxaca: “es tiempo que la iglesia de Cristo levante la voz en todo México pidiendo que la persecución se detenga en Oaxaca”.
Ante estos hechos violentos, la comunidad cristiana en Oaxaca, se manifestará de manera pacífica a las 9:30 horas en el monumento a Benito Juárez ubicado en el Cerro del Fortín, para exigir un alto a la violencia por intolerancia religiosa.