Todos hemos escuchado sobre alimentos que incrementan el azúcar en la sangre, entre los que se incluyen refrescos, jugos y galletas. Pero, ¿sabías que algunas frutas también podrían alterar los niveles de glucosa?
Aunque la sacarosa presente en las frutas es diferente a los endulzantes, más vale tener cuidado con su consumo. Hoy te decimos cuáles son aptas para nuestra salud, incluso en aquellas personas con diabetes.
Las frutas parecieran alimentos inofensivos. Sin embargo, algunas de ellas cuentan un índice glucémico (IG) moderado o alto. Esta medida nos permite conocer la capacidad de un alimento para aumentar la glucosa en la sangre.
La escala va del 0 al 100, donde 100 refleja el punto máximo. Saber cómo funciona este sistema de medición nos sirve para identificar los comestibles que son aptos para nuestra dieta y aquellos que es mejor evitar.
Al respecto, Medlineplus, sitio de salud de Estados Unidos, explica que “el consumo de alimentos con un IG bajo puede ayudar a alcanzar un control más estricto sobre el nivel de azúcar en su sangre. Prestar atención al IG de los alimentos puede ser otra herramienta para controlar la diabetes».
Por lo general, cuando compramos frutas es difícil conocer su IG ya que no se muestra explícitamente. Sin embargo, Medical News Today señala que la sandía, los dátiles secos, la piña y los plátanos maduros poseen un índice alto.
Lo anterior no quiere decir que esté prohibido comerlas, sino que las porciones deben ser controladas por algún especialista. Además, se aconseja no consumirlas congeladas, enlatadas o añadirles endulzantes.
Recordemos que el azúcar es un carbohidrato y estas moléculas son las responsables de aumentar el azúcar en la sangre. Nuestro cuerpo depura el exceso mediante la orina y también las convierte en energía.
Mientras más bajo sea el IG de la fruta, más fácil será procesar la sacarosa y la respuesta glucémica será mejor. En ese sentido, las opciones que puedes comer tranquilamente son manzana, uva y naranja.
Según explica Medical News Today, el secreto está en las porciones. Hay que poner el doble de atención a la hora del desayuno, cuando el cuerpo se encuentra receptivo a los nutrientes que le damos.
Al despertar, los niveles de glucosa pueden aumentar porque nuestro organismo no recibió la cantidad suficiente de insulina o comimos muchos carbohidratos antes de ir a la cama. Lo ideal es consumir frutas en las siguientes porciones:
- 1/2 manzana de tamaño mediano.
- 1/2 plátano de tamaño mediano.
- 1 taza de moras.
- 3/4 taza de arándanos azules.
- 1 taza de melón cantalupo o melón dulce en cubos.
- 1 naranja o nectarina de tamaño mediano.
- 1 taza de frambuesas.
- 1 1/4 taza de fresas enteras.
Recuerda realizar actividad física, evitar los carbohidratos por la noche, comer a tus horas y no pasar demasiado tiempo sin ingerir alimentos, ya que dichos hábitos podrían provocar que tus niveles de glucosa sean inestables.
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