Donald Trump prometió el martes que evitará que las empresas estadounidenses trasladen sus operaciones al extranjero y quedarse con las fábricas y empleos de otros países mediante la imposición de aranceles significativos para impulsar la manufactura automotriz —pese a las advertencias de que los consumidores de Estados Unidos pagarían un mayor costo y a la falta de detalles sobre sus planes.
“Quiero que las compañías automotrices alemanas se vuelvan compañías automotrices estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”, dijo Trump durante un discurso en Savannah, Georgia.
Trump añadió que, de ser elegido, colocaría un arancel del 100% sobre cada automóvil importado desde México y que la única manera de evitar ese gravamen sería que la automotriz fabrique los vehículos en territorio estadounidense.
De materializarse, sus ideas podrían causar una gran agitación en la industria automotriz estadounidense. Actualmente, muchas automotrices fabrican vehículos más pequeños y de menores precios en México —facilitado por un acuerdo comercial que Trump negoció durante su mandato— o en otros países debido a que sus márgenes de ganancias son pequeños. El menor costo de mano de obra ayuda a las compañías a tener ganancias de esos vehículos.
Te puede interesar: Estados Unidos envía tropas a Oriente Medio y pide a sus ciudadanos abandonar Líbano
FFO