Un juez de control vinculó a proceso a las dos personas imputadas por la masacre en el bar Los Cantaritos de Querétaro, el pasado 9 de noviembre, que dejó un saldo de 10 personas muertas y 13 heridas.
Los sujetos permanecerán en prisión durante su proceso, por los delitos de homicidio calificado y homicidio en grado de tentativa.
Además, el juez dio a la fiscalía tres meses para el término de la investigación complementaria.
Los hombres cuentan con antecedentes penales, como se informó previamente.
Los hechos tuvieron lugar en un local de la avenida Circunvalación, en el Centro Histórico de Querétaro. Los agresores utilizaron armas largas para disparar indiscriminadamente contra quienes se encontraban en el lugar. De acuerdo con la información oficial, el ataque iba dirigido a uno de los clientes.
El fiscal general, Antonio de Jesús Hernández, confirmó que las detenciones se llevaron a cabo tras doce cateos realizados en los municipios de Querétaro y Corregidora.
“Hemos trabajado de manera permanente y exhaustiva, con más de 100 intervenciones periciales y el análisis de 500 horas de videovigilancia provenientes de más de 50 cámaras, tanto públicas como privadas”, explicó Hernández.
Las pruebas recabadas incluyen indicios balísticos, entrevistas y análisis periciales que apuntan a la presunta participación de los detenidos en el ataque. “No es una prueba aislada ni un señalamiento único; se trata de un cúmulo de evidencias que corroboran su involucramiento”, agregó el fiscal.
Los cargos que enfrentan los imputados podrían resultar en condenas de hasta 50 años de prisión por cada una de las 10 personas asesinadas.
El fiscal general también informó que identificó a otra persona involucrada en la masacre, para quien ya se obtuvo una orden de aprehensión. Las investigaciones siguen abiertas para determinar si existen más participantes en el ataque o un posible autor intelectual.
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