Un trágico suceso conmocionó a la ciudad de Daejeon este lunes, cuando una niña de ocho años murió tras ser apuñalada por su profesora dentro de su escuela primaria. La docente, una mujer de alrededor de 40 años, también se autolesionó y fue encontrada junto a la menor en un aula del centro educativo.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas (hora local), luego de que los padres de la menor alertaran a la escuela porque su hija no asistió a su clase extraescolar de arte. Al llegar al lugar, las autoridades encontraron a la niña gravemente herida con cortes en el cuello y el brazo, mientras que la profesora presentaba lesiones similares, presuntamente autoinfligidas.
Los equipos de emergencia trasladaron de inmediato a la menor a un hospital, pero pese a los esfuerzos médicos, su muerte fue confirmada poco después. La docente, en estado inconsciente al momento de ser encontrada, recibió atención hospitalaria y, al recuperar la conciencia, confesó ser la responsable del ataque.
Según la agencia de noticias Yonhap, la profesora había regresado a su trabajo el año pasado tras haber estado en licencia por depresión. Las autoridades investigan si su estado de salud mental pudo haber influido en el crimen y si hubo antecedentes de conductas preocupantes en su historial.
Hasta el momento, no se ha revelado el motivo detrás de la agresión, pero el caso ha generado indignación y temor entre los padres de familia y la comunidad educativa. La escuela ha anunciado que colaborará con la policía en la investigación y reforzará las medidas de seguridad dentro de sus instalaciones.
Este incidente ha reavivado el debate en Corea del Sur sobre la salud mental en el ámbito docente y la necesidad de reforzar los controles psicológicos en el sistema educativo. Expertos han señalado la importancia de brindar apoyo emocional y terapéutico a los maestros para prevenir este tipo de tragedias.
El gobierno local ha prometido una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar si existieron señales previas que pudieron haber evitado el ataque. Además, se brindará apoyo psicológico a los compañeros de la víctima y a sus familiares, quienes exigen justicia por lo sucedido.
Las autoridades han asegurado que se tomarán medidas para garantizar la seguridad de los estudiantes en las escuelas y evitar que un caso similar vuelva a ocurrir. Mientras tanto, la comunidad de Daejeon permanece en estado de conmoción por la pérdida de la pequeña y la brutalidad del ataque.