En una actuación dominante, el equipo Red Bull logró un contundente 1-2 en el Gran Premio de Japón, con Max Verstappen imponiéndose como ganador y Sergio «Checo» Pérez asegurando el segundo lugar en el circuito de Suzuka. La carrera estuvo marcada por un inicio accidentado, con banderas rojas tras un choque entre Daniel Ricciardo y Alex Albon, pero una vez reiniciada, Pérez demostró su habilidad para avanzar desde la sexta posición y asegurar un valioso segundo puesto.
Desde el comienzo, Pérez mantuvo una sólida posición, pero fue estratégico al ingresar a boxes en la vuelta 16 para cambiar a neumáticos medios nuevos. A partir de entonces, comenzó una impresionante remontada, superando a varios competidores y recuperando terreno frente a su compañero de equipo Verstappen. A pesar de la distancia con el líder de la carrera, Pérez logró mantener su segundo puesto hasta la bandera a cuadros, consolidando su posición en el campeonato mundial de pilotos y contribuyendo al éxito de Red Bull en el campeonato de constructores.