Conocido por su papel como pirata en la película «Piratas del Caribe: En mareas misteriosas» (2011), Perry tenía 49 años al momento de su muerte el domingo al mediodía, según informó la policía del archipiélago en una conferencia de prensa, falleció en Hawái a causa de un trágico ataque de tiburón.
Además de su carrera como actor, Perry era un experimentado surfista y trabajaba como guardacostas en la isla de Oahu, donde ocurrió el incidente. El ataque tuvo lugar mientras disfrutaba de su descanso en la playa de Malaekahana, en la punta norte de la isla. Tras el ataque, fue llevado a la orilla por un compañero surfista y posteriormente trasladado hacia el norte de la isla, donde los servicios de emergencia confirmaron su fallecimiento.
Kurt Lager, responsable de Ocean Safety en Oahu, describió a Perry como un vigilante muy querido y un surfista mundialmente reconocido. Lager extendió sus condolencias a la familia de Perry, destacando su personalidad contagiosa y el afecto que inspiraba en todos quienes lo conocían.
El alcalde de Honolulu, Rick Blangiardi, lamentó la pérdida de Perry, a quien describió como «un hombre del agua legendario». La noticia de su muerte ha conmovido a la comunidad local y al mundo del surf, recordando su impacto y pasión por el mar.