Aventurarse por las calles adoquinadas de Milán en busca de un helado nocturno es una parte intrínseca de la cultura italiana para muchos residentes de la ciudad. También, es un plan obligado para los millones de turistas que visitan la capital de la moda de Italia cada año.
Pero una nueva ley podría poner fin a esta larga tradición. Marco Granelli, concejal de seguridad y protección civil, anunció recientemente planes para prohibir la venta de comida y bebida para llevar después de medianoche para preservar la “tranquilidad” de 12 de los distritos más concurridos de la ciudad.
“Nuestro objetivo es buscar un equilibrio entre la sociabilización y el entretenimiento, y la tranquilidad y la salud de los residentes”, publicó Grenelli en las redes sociales. Y añadió: “Creemos en una ciudad viva, donde jóvenes y mayores tengan espacios que puedan compartir juntos”.
La prohibición, que según las autoridades es necesaria para combatir el ruido excesivo en zonas residenciales, también impediría que los establecimientos sirvan comida y bebida en zonas exteriores entre las 00:30 y las 6:00 a.m de lunes a viernes, y entre las 1:30 y las 6:00 a.m los fines de semana.
Los críticos dicen que la prohibición va en contra de la cultura italiana y piden que se modifique la ley. Si se aprueba, la represión entraría en vigor el próximo mes y duraría hasta noviembre, cuando finaliza la temporada turística de este año.
Las heladerías de Milán son conocidas por ser de las mejores del mundo. Los italianos debaten apasionadamente qué heladería es la mejor de la ciudad, según cuenta Luca Finardi, director general del hotel Mandarin Oriental ubicado en la ciudad.
«Cada uno de nosotros tiene las que más nos gustan», dice Brera, el barrio artístico de la ciudad, y Garibaldi, conocido por sus tiendas de lujo, se encuentran entre los 12 distritos de Milán que se esperan que sean vigilados por las nuevas reglas.
Otros distritos incluyen Nolo, Lazzaretto, Melzo, Isola, Sarpi, Cesariano, Arco della Pace, Corso Como-Gae Aulenti, Ticinese y Darsena-Navigli.
Multado por comprar pizza
Para algunos, la prohibición es ir demasiado lejos. Marco Barbieri, secretario general de la sucursal de Milán de la asociación de minoristas italianos, Confcommercio, dijo a CNN que la prohibición va «contra el sentido común».
«Si una familia italiana sale a comer pizza y luego quiere salir a caminar y tomar un helado, será multada según esta orden», afirma.
Él acepta que algunos residentes se molestan por el ruido, pero añade que hay margen para llegar a acuerdos, como mantener abiertos los parques y otros espacios durante más tiempo.
«Milán tiene muchas zonas perfectas para la “movida” (fiesta) que no molestan a los residentes. Deben abrirse más tarde, no cerrarse antes», afirma.
Barbieri también cree que la medianoche es muy temprano para detener las ventas. Dice que la mayoría de los jóvenes de Milán no piensan en salir a cenar hasta pasadas las 22.00 horas, sobre todo en pleno verano.
Barbieri cree que la nueva propuesta probablemente será aprobada, pero espera que sea en una forma modificada. “Esperamos que eliminen el helado, el agua y la pizza de la lista. Deja la prohibición del alcohol, pero hazla más tarde en la noche”, dice.
Sin embargo, el cambio en la ley no está garantizado. Las autoridades locales plantearon planes similares de prohibición en 2013, pero tuvieron que abandonarlos tras una importante reacción pública y la formación de un movimiento de protesta denominado “Occupy Gelato”.
Se desconoce si esta vez se mostrará el mismo nivel de oposición. Los residentes tienen hasta la próxima semana para expresar sus opiniones sobre la nueva propuesta antes de que se decida definitivamente el destino del helado nocturno.
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