Así lo afirma la académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM e integrante de la Clínica de Oncohematología de la FM en el Hospital General de México, Ana Florencia López Ornelas, quien llama al respeto e inclusión de los pacientes con este padecimiento, que se calcula representan entre el 2 y el 6 por ciento de la población mexicana.
“Lo más importante es entender que no se contagia, que hay personas que por más que les den tratamiento, no van a mejorar y son muy valiosas. Como médicos sabemos que no pasa nada, cada persona tiene características únicas y tenemos que hacerles sentir que ellos tienen algo que las hace diferentes, pero no es malo”, subraya la especialista.
Este martes 25 de junio se conmemora el Día Mundial del Vitiligo, se trata de una fecha para crear conciencia sobre este padecimiento.
Sin embargo, pocos conocen el origen de esta celebración, así como el caso con el que dio inicio. El objetivo del día es crear conciencia y sensibilizar a la población sobre este padecimiento, con el objetivo de evitar afectaciones psicológicas a quienes lo tienen, es por eso que ahora se muestran todos los detalles.
El primer Día Mundial del Vitiligo fue el 25 de junio de 2011. La elección del 25 de junio es un homenaje a Michael Jackson, que padeció vitiligo desde principios de la década de 1980 hasta su muerte, el 25 de junio de 2009.
El vitíligo ocurre cuando se destruyen las células que dan color a la piel. No se conoce la causa de esta destrucción celular. Es más común entre las personas con enfermedades autoinmunes y puede tener una tendencia familiar.
Se conmemora con el objetivo de generar sensibilización y conciencia sobre esta enfermedad dermatológica que afecta a más de 150 millones de personas en todo el mundo. El vitíligo es una condición autoinmune y progresiva que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la piel debido a la disminución de melanina.
El vitiligo ocurre en el 1-2 % de la población mundial y se manifiesta con una pérdida de pigmento en la piel que crea una variedad de patrones. El vitíligo normalmente se denomina una enfermedad en lugar de un trastorno y eso puede tener un impacto social o psicológico negativo significativo en los pacientes que lo tienen, sobre todo en los menores de edad, quienes se convierten en víctimas de burla por parte del resto de sus compañeros.