Francia exige que la Comisión Europea imponga aranceles a productos estadounidenses de forma inmediata, en represalia a los anunciados por el presidente Donald Trump al acero y al aluminio. Así lo ha indicado este lunes el ministro galo de Exteriores, Jean-Noël Barrot. Trump «ya impuso esos aranceles en 2018 y entonces replicamos. Ahora replicaremos de nuevo«, ha indicado el jefe de la diplomacia francesa a la cadena ‘TF1’.
Barrot ha agregado que corresponderá a la Comisión decidir a qué productos impone esos aranceles y ha negado querer iniciar una guerra comercial. Bruselas «nos dijo que estaba lista para (replicar) cuando llegara el momento y el momento ha llegado«, ha señalado el ministro. «No hay que tener la mínima duda cuando se dañan nuestros intereses», ha añadido.
Trump anunció este domingo que impondría aranceles del 25% al acero y al aluminio que entra en Estados Unidos, una medida que ya tomó durante su primer mandato para proteger la industria de su país en esos dominios. Estados Unidos es el destino de un cuarto de las exportaciones europeas de acero, una industria sometida a una gran competencia internacional y a la caída de la demanda del sector automovilístico.
Bruselas no responderá a «anuncios sin detalles»
Por el momento, la Comisión Europea solo ha indicado que reaccionará para proteger los intereses del bloque, pero no responderá hasta conocer las medidas concretas. «No responderemos a anuncios generales sin detalles ni aclaraciones escritas. La Unión Europea no ve justificación para la imposición de tarifas sobre sus exportaciones», ha indicado el Ejecutivo comunitario.
«Responderemos para proteger los intereses de los negocios, trabajadores y consumidores europeos de cualquier medida injustificada», continúa el comunicado, en el que el bloque comunitario recalca también que, de manera general, toda imposición de tarifas «sería ilegal y económicamente contraproducente, especialmente dadas las cadenas de producción profundamente integradas que la UE y Estados Unidos establecieron a través del comercio y la inversión transatlánticos».
La Comisión, que habla en nombre de los 27 en materia comercial, argumenta que los aranceles «son esencialmente impuestos» y que, de imponer estos gravámenes, la nueva Administración Trump «estaría gravando a sus propios ciudadanos, elevando los costes para las empresas y alimentando la inflación». El Ejecutivo comunitario advierte, asimismo, de que los aranceles «aumentan la incertidumbre económica y perturban la eficiencia y la integración de los mercados globales».