El miembro del gabinete de Guerra de Israel Benny Gantz renunció este domingo al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, asestando un duro golpe al mandatario que ha estado celebrando el rescate de cuatro rehenes retenidos en Gaza.
«Dejar el Gobierno es una decisión compleja y dolorosa», dijo Gantz en una declaración televisada.
«Netanyahu nos impide avanzar hacia una victoria real [en Gaza]. Por eso dejamos hoy el Gobierno de emergencia con el corazón apesadumbrado, pero con el corazón entero», agregó.
La decisión de Gantz –considerado el principal adversario político de Netanyahu– cumple un ultimátum que dio al primer ministro el mes pasado en el que le instaba a presentar un nuevo plan para la guerra contra Hamas antes del 8 de junio.
Se esperaba que Gantz dimitiera el sábado, pero pospuso el anuncio tras conocerse que las fuerzas israelíes habían rescatado a cuatro rehenes en una operación en la que, según las autoridades de Gaza, murieron más de 270 palestinos.
Su dimisión se produce a pesar de que Netanyahu pidió el sábado a Gantz que permaneciera en el gobierno de emergencia de Israel, afirmando que este es el momento de la unidad, no de la división.
«Debemos permanecer unidos dentro de nosotros mismos ante las grandes tareas que tenemos ante nosotros. Hago un llamamiento a Benny Gantz: no abandones el gobierno de emergencia. No renuncies a la unidad», le instó Netanyahu en Telegram.
La salida de Gantz no forzaría el colapso del gobierno de coalición que lidera Netanyahu, ya que Gantz no forma parte de éste. Sin embargo, dejaría al gabinete de Guerra, creado cuatro días después del ataque de Hamas del 7 de octubre, sin representación de ningún otro partido que no sea el Likud de Netanyahu.
Además del primer ministro, el único miembro del gobierno de emergencia con poder de decisión que queda es el ministro de Defensa, Yoav Gallant, también del Likud.
La decisión de Gantz se produce cuando Netanyahu se enfrenta a crecientes llamamientos de los aliados occidentales de Israel y de las familias de los rehenes retenidos en Gaza para que ponga fin a la guerra y traiga de vuelta a los cautivos.
Ocho meses después del inicio de la guerra, Israel aún no ha alcanzado sus objetivos declarados, ya que la mayoría de los altos dirigentes de Hamas siguen en libertad y más de 100 rehenes permanecen retenidos en el enclave.
Estados Unidos ha pedido reiteradamente al primer ministro que presente un plan tangible de posguerra para Gaza. El presidente estadounidense, Joe Biden, que la semana pasada presentó una propuesta de acuerdo de paz israelí con tres vertientes, ha sugerido que Netanyahu probablemente se esté beneficiando de la prolongación del conflicto.
Gantz, ex ministro de Defensa de 64 años, dijo el mes pasado que Netanyahu debía presentar un plan que incluyera la eliminación de Hamas, la devolución de los rehenes de Gaza, el establecimiento de un gobierno alternativo en el enclave, el regreso de los israelíes desplazados del norte del país y un plan para avanzar en la normalización con Arabia Saudita.
Netanyahu había rechazado la amenaza de Gantz, afirmando que su ultimátum perjudicaría a Israel.
En abril, Gantz pidió que se celebraran elecciones anticipadas ya en septiembre, antes del primer aniversario de la guerra, diciendo que «la sociedad israelí necesita renovar su contrato con sus dirigentes».
Gantz regularmente supera al primer ministro en sondeos de popularidad. Una encuesta publicada el viernes por el diario israelí Maariv mostraba un apoyo a Gantz del 42%, frente al 34% de Netanyahu.
El gabinete de Guerra, del que Gantz formaba parte, funciona independientemente del gobierno israelí en su conjunto. Es responsable de tomar decisiones relacionadas con los combates en Gaza.
«Él (Gantz) se unió al gobierno cuatro días después del 7 de octubre para equilibrar las cosas con la extrema derecha, evitar la toma de decisiones imprudentes», escribió Alon Pinkas, ex diplomático israelí, en el diario israelí Haaretz. «En su mente, era el adulto responsable en un gobierno lleno de inadaptados ineptos y mesiánicos».
A medida que la guerra se prolongaba, con los residentes desplazados del norte de Israel sin poder regresar a sus hogares y los rehenes que permanecían cautivos en Gaza, Gantz pudo haberse dado cuenta de que perdería popularidad si permanecía en el gabinete, dijo Pinkas.
«Cuanto más tiempo permanezca Gantz en el gobierno, más débil se volverá», escribió Pinkas. «Cuanto más idénticas sean sus posiciones a las del primer ministro, más perderá en ambos bandos. Los derechistas volverán a casa y los centristas buscarán otras opciones» para poner fin a la guerra y traer de vuelta a los cautivos.