Luigi Mangione aceptó este jueves en un tribunal en Pensilvania (Estados Unidos) ser trasladado a Nueva York, donde se enfrentará a varios cargos de asesinato por la muerte del director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealthcare, Brian Thompson, hace más de dos semanas.
Según medios estadounidenses presentes en la vista, Mangione aceptó el traslado («extradición» por tratarse de dos estados diferentes) a preguntas del juez del condado de Blair de Pensilvania.
Así, Mangione será trasladado a Nueva York, donde afronta un total de once cargos, entre ellos uno de asesinato en primer grado que podría computarse como «acto terrorista» y acarrearle una pena máxima de cadena perpetua si es declarado culpable.
«Confiamos en nuestro trabajo y en su defensa. No puedo hablar más sobre el proceso legal que se está llevando a cabo entre los abogados y el cliente», indicó hoy su abogado de Pensilvania, Thomas Dickey, a la salida del tribunal, donde Mangione también acudió a una audiencia sobre los cargos que afronta en este estado.
Varios simpatizantes de Mangione se congregaron hoy a las puertas del tribunal para mostrarle su apoyo con pancartas en las que se leían frases como «las prácticas de las aseguradoras aterrorizan a la gente» o «Matar por beneficios es terrorismo, liberen a Luigi».
Mangione, de 26 años, fue imputado este martes por un gran jurado de Nueva York por asesinato en primer grado, un cargo generalmente reservado para el asesinato de policías o para asesinos en serie.
La acusación de la Fiscalía en la Corte Suprema de Nueva York indica que Mangione mató a Thompson en «promoción de un acto de terrorismo» que «tenía la intención de intimidar o coaccionar a una población civil, influir en las políticas de un departamento de gobierno por intimidación o coacción y afectar a la vida humana»
El fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, afirmó el martes que Mangione esperó a Thompson a las puertas del hotel en el que su compañía celebraba una conferencia y le disparó en la espalda, en un crimen cuyo objetivo era «causar terror».
El acusado está imputado además por dos cargos de asesinato en segundo grado, uno de ellos también como un crimen de terrorismo, así como por otros siete relacionados con posesión de armas y uno más por tenencia de «un instrumento falsificado».
Desde su detención, el acusado ha recibido bastante apoyo en redes sociales por parte de estadounidenses que lo consideran un «héroe» y que critican las prácticas abusivas de las aseguradoras médicas de EE.UU.