Hoy, 3 de julio, se conmemora un hito significativo en la historia de los derechos humanos en México: el primer voto femenino en elecciones federales en 1955. Este evento marcó un momento crucial en la lucha de las mujeres por la igualdad y la participación política plena en el país. Antes de esta fecha histórica, las mujeres mexicanas estaban excluidas del proceso electoral nacional, enfrentando barreras legales y sociales profundamente arraigadas. La reforma constitucional aprobada el 17 de octubre de 1953 durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines fue un paso fundamental que garantizó el derecho de las mujeres a votar en elecciones federales y municipales, allanando el camino para una participación más equitativa y democrática.
En las elecciones de 1955, las mujeres mexicanas ejercieron su derecho al voto de manera significativa, demostrando un compromiso renovado con el proceso democrático y consolidando su papel activo en la configuración del futuro político del país. Este hito fue resultado del esfuerzo colectivo de prominentes mujeres como Elvia Carrillo Puerto, Hermila Galindo, María Arias Bernal y Graciela Hierro, quienes lideraron movimientos y organizaciones en defensa de los derechos de las mujeres, incluido el derecho al voto. Su legado perdura como parte integral de la historia del movimiento feminista en México, inspirando generaciones futuras en la lucha por la igualdad y la justicia social.