El Senado de la República aprobó este miércoles la reforma que integra la Guardia Nacional (GN) en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cediendo así su control al Ejército.
Esta iniciativa, fue presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, estableció que los delitos serán investigados por el Ministerio Público, las policías y la Guardia Nacional, cuyos integrantes tendrán origen militar y formación policial.
La reforma modifica el artículo 129 de la Constitución y elimina la “garantía orgánica” que aseguraba la naturaleza civil de las instituciones de seguridad pública.
La votación se realizó tras un extenso debate y resultó en 86 votos a favor, 42 en contra y ninguna abstención, desechando todas las reservas presentadas por los grupos parlamentarios.
Legisladores de la oposición y diversos organismos manifestaron su preocupación sobre una posible militarización de la seguridad pública.