En medio de la vacante dejada por la fallecida Ifigenia Martínez, el vicepresidente Sergio Gutiérrez Luna asumió interinamente la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, de acuerdo con lo estipulado por la ley. Sin embargo, varios personajes han levantado la mano para ocupar de forma definitiva este importante cargo.
La diputada federal Olga Sánchez Cordero ha manifestado su interés en asumir la presidencia. En una reciente entrevista, la legisladora compartió que estuvo enlistada para contender por la presidencia al inicio de la LXVI Legislatura, pero decidió no competir para dejar el espacio libre a Ifigenia Martínez. “Cuando doña Ifigenia me dijo ‘yo quisiera estar en la Presidencia porque quiero entregarle la banda a Claudia Sheinbaum’, yo le dije me sumo inmediatamente a tu propuesta y a tu deseo, y así lo hice”, declaró a los medios de comunicación.
Sánchez Cordero también detalló que, al interior del grupo parlamentario de Morena, se acordó dejar el cargo a una mujer, lo que refuerza la posibilidad de que una mujer ocupe la presidencia de la Cámara de Diputados en este periodo.
Otra de las figuras que podrían llegar a presidir la Mesa Directiva es la diputada federal Dolores Padierna, reconocida como una de las mujeres más destacadas dentro de la fracción parlamentaria de Morena. Su experiencia y liderazgo en el partido la convierten en una opción viable para asumir el cargo.
La elección de la nueva presidenta de la Mesa Directiva se llevará a cabo conforme a lo establecido en la Ley Orgánica del Congreso General, que estipula que debe realizarse mediante el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes. El presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, ha señalado que el grupo mayoritario deberá hacer un ejercicio interno para proponer a la candidata que ocupará el cargo, el cual se someterá a votación en el Pleno.
La vacante en la presidencia no solo es un asunto de continuidad legislativa, sino que también representa una oportunidad para fortalecer la representación femenina en la política mexicana, siguiendo el legado de Ifigenia Martínez, quien fue una pionera en la lucha por los derechos políticos de las mujeres.