La reforma a la Guardia Nacional, que será discutida y votada en la Cámara de Diputados, busca establecer el control total de esta institución bajo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Con esta modificación, se propone otorgar fuero militar a los elementos de la Guardia Nacional y asignar al Ejército predominación en la investigación de delitos, a través de cambios a los artículos 13 y 21 de la Constitución.
Esta iniciativa, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido objeto de críticas por parte de especialistas y activistas en derechos humanos, quienes señalan que la medida representa una militarización del cuerpo originalmente concebido como civil.
La discusión sobre esta reforma se enmarca en un contexto de tensiones políticas, donde legisladores de oposición advierten que se está “militarizando la Constitución” al otorgar amplias facultades a las Fuerzas Armadas en asuntos civiles. A pesar de las advertencias y la preocupación por el impacto en los derechos humanos y la justicia civil, el oficialismo, con el apoyo de Morena y sus aliados, se prepara para aprobar la reforma, lo que podría cambiar significativamente la estructura de seguridad pública en el país.