El Gobierno mexicano creará un fondo base de 64.000 millones de pesos (más de 3.750 millones de dólares) anuales, incluyendo dinero confiscado al crimen organizado, para financiar la nueva reforma de pensiones del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, expuso este miércoles que los recursos de este «fondo semilla» vendrán del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, que administra los bienes incautados a la delincuencia.
Asimismo, agregó, provendrán de la liquidación de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero, de la venta de terrenos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), y del cobro de adeudos de entes públicos con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la seguridad social.
Además de este fondo base, se contemplan recursos adicionales por la extinción de fideicomisos del Poder Judicial y la eliminación de los reguladores autónomos, así como el 25 % de los beneficios que generen las empresas paraestatales administradas por el Ejército y la Marina.