Refinerías de petróleo de Estados Unidos a lo largo de la costa del Golfo están rechazando los envíos de México y en su lugar recurriendo a Colombia y Canadá, en medio de quejas de que Petróleos Mexicanos (Pemex) está entregando cada vez más crudo no apto para producir gasolina y diésel.
Las refinerías de Texas y Luisiana exigieron descuentos y se quejaron del alto contenido de agua en el crudo que actualmente llega de México, según personas con conocimiento de la situación. Este hecho ha alterado los flujos de crudo de los que dependen los procesadores durante el último medio siglo.
Por esta razón, los fabricantes de combustibles estadounidenses están en alarma, ya que México es el mayor proveedor de crudo del país después de Canadá.
La situación se produce al tiempo que la petrolera estatal mexicana, conocida como Pemex, lucha por hacer frente a los pagos de 20 mil millones que debe a los proveedores de productos químicos y equipos utilizados para que su petróleo sea apto para el consumo en las refinerías.