El consumo de metanfetaminas se incrementó en un 416 por ciento entre 2013 y 2023, convirtiéndose en la droga de mayor crecimiento entre jóvenes y adultos que buscan tratamiento, según informó Nadia Robles, directora de Coordinación de Programas Nacionales de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama).
Este problema de consumo afecta a 25 entidades del país, las cuales muestran patrones similares en la demanda de atención y tratamiento.
«En 2023, ingresaron 179 mil 342 personas a tratamiento y, de éstas, el 49 por ciento (91 mil 464) solicitó atención primordialmente por uso de metanfetaminas», explicó Robles. «De 2013 a 2023, tuvimos un incremento del 416 por ciento en la demanda de atención por consumo de metanfetaminas», añadió durante el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que este año lleva el lema «La evidencia es clara: debemos invertir en prevención».
Ante autoridades de la Secretaría de Salud y de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Nadia Robles comentó que, aunque las personas suelen experimentar inicialmente con alcohol, tabaco o incluso cannabis, «llama la atención que al menos el 7 por ciento lo hizo directamente con metanfetaminas».
Esto, añadió, indica que la droga está presente en poblaciones muy jóvenes, aumentando los riesgos de afectaciones en la salud mental.
En estados como Baja California y Sonora, los opioides están entre las principales causas de solicitud de atención y tratamiento, mientras que solo en siete estados el alcohol supera estas solicitudes.
«Por cada cinco hombres que ingresan a tratamiento, solo una mujer lo hace; la demanda de apoyo por uso de alcohol, cannabis y tranquilizantes es mayor entre ellas», detalló Robles.
En la presentación de su informe, la especialista también se refirió a drogas emergentes como el fentanilo, que presenta un incremento sostenido, principalmente en el norte del país. «Hay una tendencia al alza con 518 casos atendidos en 2023; en 2016 solo hubo un caso, 72 en 2020, 184 en 2021 y 333 en 2022», explicó.
Robles también mencionó otras sustancias como Tucibi 2CB: «tuvimos 18 casos atendidos en 2023; estamos trabajando con la Fiscalía General de la República para conocer los perfilamientos químicos». Se trata de un derivado de las anfetaminas con un efecto más potente y peligroso; además, hay otras sustancias como la fenciclidina, una droga disociativa que puede ser consumida vía oral, intravenosa, fumada e inhalada.
«Llama también la atención que se está encontrando la adulteración de fentanilo y heroína con xilacina en el norte del país; este año lanzamos una alerta temprana para detectar a las personas que consumieron esta sustancia de uso veterinario para la cual la naloxona no tiene efecto para revertir la sobredosis», informó.
Robles explicó que, a partir de los datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, han podido apoyar a 158 mil 814 personas en la red de centros de atención, de los cuales la base de su problema es la ansiedad y la depresión.