El Gobierno de México se encuentra en diálogos con otros países de Latinoamérica para que reciban de forma directa a los próximos migrantes deportados por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en lugar de aceptarlos en México, reveló la presidenta Claudia Sheinbaum.
La gobernante mexicana reiteró “la insistencia a Estados Unidos de que la repatriación se haga a los distintos países de origen”, en lugar de expulsarlos a México.
Sheinbaum ha prometido solidaridad con migrantes de Latinoamérica, pero ha advertido de que su prioridad será atender a los mexicanos deportados.
En el país preocupan las deportaciones masivas prometidas por Trump porque los mexicanos son cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y sus remesas representan casi el 4% del producto interior bruto (PIB) de México, que este año recibiría un récord estimado de 65 mil millones de dólares.