El martes 13 de febrero de 2024, en Juchitán, Oaxaca, un grupo de aproximadamente 200 migrantes, que se dirigían hacia la capital del estado por la carretera Panamericana, se enfrentaron con los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
La agresión se dio luego de que los agentes les ofrecieron a los migrantes tramitar sus visas y permanecer en un albergue del DIF; ellos a su vez solicitaron un autobús para llegar a Oaxaca y, al no obtenerlo, respondieron con piedras y palos.
Este incidente tuvo lugar entre la localidad de Jalapa del Marqués y la desviación a la comunidad de San Cristóbal. En este punto, los agentes de la Guardia Nacional (GN) habían explicado a los migrantes que no podían proporcionarles un autobús para su viaje a Oaxaca.
Alrededor de las 8 de la mañana, los migrantes bloquearon brevemente el tráfico al pasar por un puesto de seguridad conocido como Punto de Rescate Humanitario (PRH). En este lugar, se encontraban la GN, agentes del INM y policías estatales. Los oficiales les pidieron que continuaran su camino y les informaron que no podían proporcionarles el autobús que exigían. Posteriormente, los agentes migratorios les sugirieron que se trasladaran a un albergue.
Frustrados por la falta de transporte, los migrantes lanzaron piedras a las camionetas del INM y golpearon los vehículos con palos. Una de las piedras atravesó el cristal de una de las unidades y golpeó a Adriana Argüelles, delegada del INM a cargo de la estación migratoria de La Ventosa, quien tuvo que ser trasladada al servicio médico.
Después del incidente, la policía estatal, la GN y los agentes migratorios llevaron a cabo una operación y detuvieron a unos 50 migrantes de diversas nacionalidades. El resto, alrededor de 150, continuaron su camino hacia Tequisistlán.
Te puede interesar: Convoca Sego a Santo Domingo Teojomulco al diálogo y la conciliación