A pesar de las reiteradas solicitudes de empresarios del transporte urbano en Oaxaca para incrementar la tarifa del pasaje, que actualmente se mantiene en 8 pesos, las autoridades han decidido no autorizar ningún aumento. Los concesionarios argumentan que los crecientes costos de insumos, como el diésel y refacciones, han elevado considerablemente sus gastos operativos, lo que los ha llevado a pedir un ajuste en la tarifa.
Sin embargo, la ciudadanía ha manifestado su oposición a cualquier incremento. Entre los principales reclamos se encuentran las malas condiciones de las unidades, muchas de las cuales circulan sin verificación, emitiendo humo negro y contaminando el aire. Además, los usuarios critican el comportamiento de algunos conductores, calificándolos de irrespetuosos y poco profesionales al volante. Estos factores, según los habitantes, no justifican un aumento en el costo del pasaje, exigiendo antes mejoras en el servicio y en la calidad de las unidades.
Mientras los empresarios transportistas continúan presionando por un ajuste tarifario, la percepción pública apunta a que el servicio debe primero cumplir con los estándares de calidad antes de considerar cualquier incremento. Las autoridades siguen evaluando la situación, pero por el momento el precio del pasaje sigue fijo en 8 pesos.