NADIA SANABIA
A medida que México se aproxima a una nueva jornada electoral, la inseguridad y la percepción del
desempeño gubernamental dominan las preocupaciones ciudadanas. La Encuesta Nacional de
Seguridad Pública Urbana (ENSU) del primer trimestre de 2024, administrada por el INEGI, ofrece
una visión sobre estas cuestiones, revelando no solo el estado actual de inseguridad sino también
las expectativas y comportamientos adaptativos de los ciudadanos frente al crimen y la gestión de
sus ciudades.
Agua
El agua emergió como el principal problema para los habitantes de Oaxaca de Juárez en el primer
trimestre de 2024, superando a los baches y la inseguridad. Un abrumador 87.7 por ciento de los
capitalinos identificó las fallas y fugas en el suministro de agua potable como el inconveniente más
significativo, contrastando con la media nacional del 62.3 por ciento.
En Oaxaca, la gestión del agua potable ha alcanzado niveles críticos, afectando principalmente a la
población urbana. Esta situación ha sido exacerbada por una serie de factores climáticos y de
infraestructura, incluyendo sequías severas y un sistema de distribución de agua ineficiente. En
este contexto, los piperos, o distribuidores de agua en camiones cisterna, han jugado un papel
central, aunque controvertido.
Los piperos se han convertido en una solución temporal indispensable para muchas familias y
negocios en Oaxaca que enfrentan cortes prolongados en el suministro de agua. Sin embargo, esta
dependencia ha llevado a un aumento significativo en los precios del agua distribuida por pipas. En
algunos casos, el costo del agua ha aumentado exorbitantemente, llegando a cobrar hasta 2,400
pesos por un viaje exprés de agua potable para la zona centro de la ciudad. Este incremento en los
precios ha sido descrito como una «carrera desaforada» por algunos medios, reflejando la
desesperación y la urgencia de la situación.
Además, se ha reportado que algunos piperos están vendiendo agua a precios hasta 21.66 veces
más caros que los precios regulados por el organismo local de agua potable, SOAPA. Este
sobreprecio ha generado una carga financiera considerable para los habitantes de Oaxaca de
Juárez, muchos de los cuales ya están lidiando con las dificultades económicas causadas por la
escasez de agua.
La crisis también ha revelado problemas más profundos en la gestión del agua. Informes de
organismos públicos indican que las autoridades municipales solo pueden abastecer el 33% del
agua que se requiere en Oaxaca y su zona conurbada. Además, la infraestructura de agua está
plagada de fugas y fallas, perdiéndose por ello más del 50% del agua, lo que agrava aún más la
escasez.
Derivado de ello, los oaxaqueños han tenido que adaptarse de diversas maneras: algunos han
tenido que realizar rutas de hasta 30 km para conseguir agua potable, mientras que otros han
enfrentado la venta de agua sucia por parte de algunos piperos, lo que plantea riesgos para la
salud.
Por la gravedad de la crisis hídrica, el Gobierno del Estado de Oaxaca ha intervenido con programas
emergentes y anunció la presentación de proyectos de largo plazo para la captación y gestión de
agua, así como programas que integren a la ciudadanía y municipios en el cuidado del medio
ambiente.
Al igual la mala gestión del agua potable, los baches, la mala gestión del agua potable, la
recolección de basura, el alumbrado público deficiente, la saturación de hospitales, los
embotellamientos de tráfico, las coladeras tapadas y el servicio de transporte público ineficiente,
son problemas comunes que aquejan a municipios a lo largo y ancho de México.
Vamos a revisar las cifras de la inconformidad ciudadana a nivel nacional y local.
Baches
Los baches en calles y avenidas representan una de las principales molestias para el 77.5 por ciento
de los adultos en México, evidenciando un grave problema de mantenimiento vial que afecta no
solo la seguridad al conducir, sino también la eficiencia del tránsito diario, de acuerdo con las más
recientes cifras de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
En Oaxaca, el 81.3 por ciento de la población considera que los baches son el problema más grave
de la ciudad. Esta problemática ha sido ampliamente reportada en varios medios de comunicación,
siendo particularmente peligrosos en el Centro Histórico y en arterias principales como las calles
de Las Casas, Galeana, 20 de Noviembre, Periférico, Riberas del Río Atoyac, Avenida Universidad,
Riberas del Río Salado y División Oriente. La situación se extiende a cada una de las 13 agencias y
185 colonias que conforman la capital.
En el año 2020, la ciudadanía oaxaqueña contempló emprender acciones legales contra el
entonces presidente municipal, Oswaldo García Jarquín, y buscar apoyo en la Defensoría de los
Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca debido a esta problemática.
Sin embargo, los baches no son un inconveniente exclusivo de la capital del estado; municipios
conurbados como Santa Cruz Xoxocotlán y Santa Lucía del Camino enfrentan situaciones similares.
Alumbrado Público
La insuficiencia del alumbrado público se destaca como una preocupación mayor para el 54.8 por
ciento de los encuestados a nivel nacional, impactando directamente en la percepción de
seguridad durante las horas nocturnas y la calidad de vida urbana.
En la ciudad de Oaxaca, conocida como la Verde Antequera, el 51.1 por ciento de los habitantes
considera que la falta de alumbrado adecuado representa una dificultad significativa.
Hospitales
Por otro lado, la saturación de los hospitales y la deficiencia en los servicios de salud son
identificados por el 39.3 por ciento de los adultos como uno de los problemas más apremiantes en
las 90 ciudades de interés que cubre la encuesta, reflejando tensiones en el sistema de salud
pública.
En la capital oaxaqueña, el 54.1 por ciento de los residentes señala este servicio como una
complicación notable.
A nivel nacional, los habitantes de Tapachula, Chiapas, encabezan la lista con un 73.1 por ciento
demandando mejoras significativas en sus hospitales.
Inseguridad
En marzo de 2024, el 61 por ciento de los residentes mayores de 18 años en 90 ciudades clave
sintieron que vivir en su ciudad era inseguro, lo que representa un incremento respecto a los datos
de diciembre de 2023 y una ligera disminución en comparación con marzo de 2023.
Esta percepción fue más pronunciada entre las mujeres, con un 66.5 por ciento en comparación
con el 54.5 por ciento de los hombres, destacando una brecha de género significativa en la
sensación de seguridad.
En Oaxaca, la percepción de inseguridad es ligeramente inferior a la media nacional, con un 57 por
ciento de la ciudadanía expresando preocupación, frente al 61 por ciento a nivel nacional.
En contraste, el 95.4 por ciento de los habitantes de Fresnillo, Zacatecas, perciben que viven en
una ciudad insegura.
Ciudades con mayores índices de inseguridad
De Fresnillo, sigue Naucalpan de Juárez (89.6 por ciento), Zacatecas (89.3 por ciento), Chilpancingo
de los Bravo (87.3 por ciento), Cuernavaca (87 por ciento) y Ciudad Obregón (86.6 por ciento).
Estas cifras son alarmantes y apuntan a la necesidad urgente de intervenciones focalizadas en estas
áreas.
Cajeros automáticos y transporte público: espacios vulnerables
Los espacios públicos continúan siendo percibidos como zonas de alto riesgo en México.
A nivel nacional, un 69.4 por ciento de los ciudadanos reporta sentirse inseguro al utilizar cajeros
automáticos en la vía pública, y un 63.9 por ciento comparte esta sensación al viajar en transporte
público.
En Oaxaca, la preocupación es aún más palpable, con un 70.3 por ciento de los ciudadanos
sintiéndose en riesgo en los cajeros automáticos y un 63.1 por ciento durante el uso del transporte
público. Adicionalmente, un 55 por ciento de los oaxaqueños se siente inseguro al viajar por
carretera y el 60.4 por ciento al estar en un banco.
Cambios en comportamientos por temor al crimen
El temor al crimen ha provocado que un 47.4 por ciento de la población nacional modifique
hábitos relacionados con llevar objetos de valor, y un 40.8 por ciento ha cambiado sus rutinas
nocturnas en las inmediaciones de sus hogares.
Además, un 39.2 por ciento ha alterado las rutinas de salida de menores, y un 26.3 por ciento ha
modificado las visitas a familiares o amigos.
En Oaxaca, aproximadamente un 20 por ciento de los habitantes de la capital han cambiado sus
costumbres por miedo a la delincuencia.
Desempeño percibido de las autoridades
A nivel nacional, la Marina y el Ejército gozan de percepciones de eficacia relativamente altas, con
un 86.4 por ciento y un 82.4 por ciento respectivamente, lo que contrasta con la policía estatal y la
preventiva municipal, que cuentan con un 56.1 por ciento y un 49.4 por ciento de aprobación.
Esto refleja una clara desconfianza hacia las autoridades locales en comparación con las fuerzas
nacionales.
En Oaxaca, las cifras son ligeramente diferentes: los habitantes de la capital del estado aprueban el
desempeño de la Marina en un 88.7 por ciento y el del Ejército en un 84.4 por ciento.
La Guardia Nacional recibe un 74.3 por ciento de aprobación, mientras que la Policía Estatal y la
Municipal alcanzan un 57.1 por ciento y un 40.1 por ciento, respectivamente, lo que indica una
percepción más favorable hacia las instituciones de seguridad federales que hacia las locales.
Previsiones ciudadanas sobre el futuro
En términos de expectativas hacia el futuro, el 33.9 por ciento de la población nacional anticipa
que la situación de delincuencia e inseguridad se mantendrá igual de mala, mientras que un 21.5
por ciento cree que empeorará. Por otro lado, solo un 23.5 por ciento alberga esperanzas de
mejoras en el futuro próximo.
Conflictos y enfrentamientos
Casi un tercio de los mexicanos experimentaron un conflicto o un enfrentamiento directo en su
vida cotidiana durante el primer trimestre de 2024.
En Oaxaca, seis de cada diez habitantes de la capital reportaron al menos un conflicto directo con
sus vecinos; de estos, cinco de cada diez se vieron involucrados en insultos verbales, mientras que
el 10 por ciento escaló a agresiones físicas.
Estos datos reflejan un clima de tensión y discordia que afecta la cohesión social en la comunidad.
Las urnas…
Mientras nos acercamos a una nueva temporada electoral, los ciudadanos se encuentran
inundados de promesas por parte de los candidatos. Sin embargo, las estadísticas reflejan una
realidad menos optimista. La persistencia de problemas urbanos críticos como la inseguridad, los
baches, la deficiencia en el suministro de agua y el alumbrado público, junto con la percepción
generalizada de ineficacia gubernamental, plantean serios desafíos que requieren atención urgente
y acciones concretas más allá de las promesas electorales.
Los conflictos y enfrentamientos cotidianos, exacerbados por estas deficiencias, subrayan la
necesidad de una gestión más efectiva y de políticas que realmente atiendan las necesidades de la
población. A medida que los ciudadanos evalúan sus opciones en las urnas, es crucial que se
informen y exijan compromisos claros y viables que trasciendan el ciclo electoral y se traduzcan en
mejoras tangibles en su calidad de vida y en la de sus comunidades.
La seguridad pública y la gestión urbana están en el corazón de las preocupaciones de los votantes
mexicanos. Los candidatos en las próximas elecciones deberán abordar estos temas con
propuestas concretas y viables para recuperar la confianza de un electorado cada vez más afectado
por el crimen y la ineficacia gubernamental. La respuesta de los votantes en las urnas será crucial
para determinar la dirección futura de la política de seguridad y desarrollo urbano en México.