A través de un análisis detallado de la participación electoral y las preferencias de voto en los municipios que se rigen por usos y costumbres, este reportaje revela cómo estas comunidades han navegado el complejo panorama político desde 1998 hasta 2022
NADIA SANABIA
Oaxaca, uno de los estados con mayor diversidad cultural e indígena de México, es también un laboratorio viviente para estudiar la interacción entre sistemas de gobernanza tradicionales y modernos.
Este reportaje explora tres estudios clave que abordan la democracia y la cultura política en los municipios de Oaxaca que se rigen por Sistemas Normativos Indígenas (SNI), conocidos comúnmente como «usos y costumbres». A través de estos estudios, se revela una compleja interacción entre la participación electoral, las preferencias políticas y los desafíos culturales en un contexto de gobernanza multicultural.
El primer estudio, «Participación, representación e inclusión política: ¿Existe un voto indígena en México?» de Willibald Sonnleitner, analiza la evolución reciente y el rezago persistente de la representación legislativa indígena en México.
A pesar de las medidas afirmativas implementadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para promover la representación indígena, los resultados muestran que estas políticas no han sido suficientemente efectivas.
En las elecciones de 2018, solo siete candidatos indígenas fueron electos, una disminución significativa en comparación con elecciones anteriores. Este estudio destaca la ausencia de un voto específico y la diversidad política de las regiones indígenas, invitando a repensar las políticas públicas orientadas a ampliar la representación e inclusión política indígena.
El segundo estudio, «La geografía del voto en los municipios de usos y costumbres en Oaxaca: dinámicas del sufragio en elecciones para gobernador (1998-2022)» de Edgar Pascual García García, ofrece un análisis detallado de la participación electoral y las preferencias de voto en los municipios de Oaxaca que se rigen por usos y costumbres.
Este artículo revela que, aunque la participación electoral no ha aumentado significativamente, las preferencias electorales han cambiado, permitiendo una mayor competencia política. En los municipios de usos y costumbres, la participación electoral ha sido históricamente baja, con una única excepción en 2016, cuando la participación superó el 50 por ciento. Sin embargo, en 2022, la participación cayó drásticamente, registrando el nivel más bajo desde 1998.
Finalmente, el tercer estudio complementa estos hallazgos al destacar la falta de inclusión política de las poblaciones indígenas a nivel nacional. A pesar de la amplia participación electoral de muchas comunidades indígenas, persiste un rezago notable en su representación legislativa. Este estudio también resalta la complejidad de definir identidades indígenas en México debido a su heterogeneidad interna y dispersión territorial. La diversidad política en las comunidades indígenas es notable, con diferentes regiones mostrando variaciones significativas en su apoyo a diferentes partidos. Estos estudios, en conjunto, ofrecen una visión integral de los desafíos y oportunidades para la inclusión política de los pueblos indígenas en México, subrayando la necesidad de políticas públicas que reconozcan y aborden esta diversidad interna.
Sistemas Normativos Indígenas en Oaxaca
Oaxaca cuenta con 570 municipios, de los cuales 417 se rigen por SNI. Estos permiten a las comunidades elegir a sus autoridades mediante asambleas comunitarias y métodos tradicionales, como la designación directa y la votación por aclamación, en lugar de los métodos basados en partidos políticos que predominan en el resto del país. Este régimen electoral, reconocido oficialmente en 1997, ha sido fundamental para preservar las prácticas culturales y la autonomía de los pueblos indígenas, permitiendo que las decisiones políticas reflejen más fielmente las necesidades y valores de las comunidades locales.
Los SNI no solo representan una forma de gobernanza, sino también un mecanismo de cohesión social y cultural. En las asambleas comunitarias, todos los miembros de la comunidad tienen la oportunidad de participar en la toma de decisiones, lo que fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad colectiva. Estas asambleas son espacios donde se discuten y resuelven asuntos comunitarios, desde la elección de autoridades hasta la gestión de recursos naturales y la organización de festividades tradicionales. La designación directa y la votación por aclamación son prácticas que refuerzan la legitimidad de los líderes, ya que estos son elegidos por consenso y no por competencia partidista.
Preferencia y Participación en los SNI
El estudio «Democracia y Cultura Política en Oaxaca, municipios de Sistemas Normativos Indígenas» revela que una amplia mayoría de los encuestados en municipios de SNI prefieren continuar eligiendo a sus autoridades mediante estos sistemas. Esta preferencia se basa en la percepción de que los SNI son más eficaces para resolver problemas comunitarios que los partidos políticos. El 60 por ciento de la población ha participado en asambleas comunitarias, destacando la importancia de estas reuniones en la vida política local.
La preferencia por los SNI no solo refleja una inclinación hacia métodos tradicionales de gobernanza, sino también una desconfianza hacia los partidos políticos y sus representantes. Los encuestados consideran que los SNI permiten una mayor transparencia y rendición de cuentas, ya que las decisiones se toman en asambleas abiertas donde todos los miembros de la comunidad pueden expresar sus opiniones y votar directamente sobre los asuntos que les afectan. Este proceso participativo fortalece el tejido social y fomenta un sentido de responsabilidad compartida entre los habitantes.
Además, el estudio destaca que la participación en las asambleas comunitarias no se limita a la elección de autoridades, sino que abarca una amplia gama de actividades y decisiones que afectan la vida cotidiana de las comunidades. Estas asambleas son el espacio donde se discuten y resuelven problemas relacionados con la infraestructura, la educación, la salud y la seguridad, entre otros temas. La alta participación en estas reuniones subraya la relevancia de los SNI como mecanismos de gobernanza que están profundamente arraigados en la cultura y las prácticas sociales de las comunidades indígenas.
Uno de los principales es la inclusión de las mujeres en estos procesos. Aunque hay un apoyo teórico a la participación femenina, en la práctica, las mujeres siguen estando subrepresentadas en las asambleas y en los cargos de autoridad. Este desequilibrio refleja barreras culturales y estructurales que limitan la plena participación de las mujeres en la vida política de sus comunidades. Abordar estas barreras es crucial para fortalecer la democracia y la equidad en los municipios de SNI.
Género y Participación
Las mujeres están subrepresentadas en cargos de autoridad, lo que sugiere que, aunque hay un respaldo teórico a la igualdad de género, en la práctica, las barreras culturales y estructurales siguen siendo un obstáculo. Este fenómeno se observa en múltiples niveles de la vida política y comunitaria, donde las normas tradicionales y las expectativas de género limitan la capacidad de las mujeres para acceder a posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Las barreras culturales incluyen percepciones arraigadas sobre los roles de género, que asignan a las mujeres responsabilidades domésticas y comunitarias que no se consideran compatibles con el liderazgo político. Estas percepciones son reforzadas por prácticas y costumbres que históricamente han excluido a las mujeres de los espacios de poder. Por ejemplo, en muchas comunidades, las asambleas donde se toman decisiones importantes se celebran en horarios y lugares que no son accesibles para las mujeres, especialmente aquellas con responsabilidades familiares.
Además, las barreras estructurales abarcan la falta de acceso a recursos y oportunidades que son cruciales para la participación política efectiva. Las mujeres a menudo enfrentan limitaciones en términos de educación, capacitación y redes de apoyo, lo que reduce su capacidad para competir en igualdad de condiciones con los hombres. La falta de políticas públicas que promuevan activamente la inclusión de las mujeres en la política local y regional también contribuye a esta desigualdad. Aunque existen iniciativas para fomentar la participación femenina, su implementación es inconsistente y a menudo no aborda las raíces profundas de la exclusión de género.
Confianza en las Autoridades
Los habitantes de municipios con SNI confían más en sus autoridades locales que en otros niveles de gobierno. Esta confianza es un indicador clave de la eficacia percibida de los SNI en comparación con los sistemas de partidos políticos. En contraste, los municipios gobernados por partidos políticos muestran mayores niveles de desconfianza y menor participación electoral.
La confianza en las autoridades locales dentro de los municipios de usos y costumbres se ha fortalecido debido a la estrecha relación que existe entre las comunidades y sus representantes. Las autoridades son elegidas de manera directa por las asambleas comunitarias, lo que les otorga una legitimidad arraigada en las tradiciones y costumbres de cada pueblo. Esta cercanía entre gobernantes y gobernados facilita la rendición de cuentas y la transparencia en la toma de decisiones, generando una mayor confianza en el liderazgo local.
Por otro lado, en los municipios regidos por partidos políticos, la relación entre autoridades y ciudadanos suele ser más distante y mediada por estructuras partidistas. Las autoridades municipales son percibidas como representantes de intereses políticos específicos, lo que puede generar desconfianza en sectores de la población que no se identifican con esos partidos. Además, los procesos de rendición de cuentas y toma de decisiones suelen ser más opacos y burocráticos, lo que dificulta la construcción de confianza.
Esta brecha en la confianza hacia las autoridades se refleja en los niveles de participación electoral. En los municipios de usos y costumbres, donde hay una mayor identificación con las autoridades locales, la participación electoral suele ser más alta, ya que los ciudadanos perciben que su voto tiene un impacto directo en la elección de sus representantes. En contraste, en los municipios de partidos, la desconfianza hacia las autoridades puede traducirse en una menor participación electoral, ya que los ciudadanos no sienten que su voto tenga un impacto significativo en la toma de decisiones.
Es importante destacar que esta confianza en las autoridades locales de los municipios de usos y costumbres no implica necesariamente una mayor confianza en los niveles de gobierno superiores, como el estatal o federal. De hecho, en muchos casos, existe una desconfianza hacia estas instancias, percibidas como ajenas a las realidades y necesidades de las comunidades indígenas.
Geografía del Voto en Oaxaca
El estudio «La geografía del voto en los municipios de usos y costumbres en Oaxaca: dinámicas del sufragio en elecciones para gobernador (1998-2022)» de Edgar Pascual García García analiza la participación electoral y las preferencias de voto en estos municipios a lo largo de varias elecciones para gobernador. Los resultados muestran una baja participación electoral histórica en estos municipios, con un notable aumento solo en 2016 cuando la participación superó el 50 por ciento. Sin embargo, en 2022, la participación cayó drásticamente, registrando el nivel más bajo desde 1998.
Este análisis espacial y temporal de la participación electoral en los municipios de usos y costumbres de Oaxaca revela patrones interesantes. A pesar de que estos municipios representan una gran proporción del estado, con 417 de los 570 municipios totales, la participación electoral ha sido consistentemente baja en comparación con los municipios regidos por partidos políticos. Esta baja participación podría atribuirse a diversos factores, como la lejanía de las comunidades indígenas de los centros urbanos, la desconfianza en el sistema electoral o la preferencia por los mecanismos tradicionales de toma de decisiones a nivel local.
No obstante, el repunte en la participación electoral en 2016 sugiere que, bajo ciertas circunstancias, los habitantes de estos municipios pueden movilizarse y acudir a las urnas en mayor medida. Es posible que factores como la competitividad de la elección, la relevancia de los candidatos o las campañas de concientización hayan jugado un papel en este aumento temporal de la participación.
Sin embargo, el drástico descenso en 2022 es preocupante y podría indicar un retorno al desencanto o la apatía hacia el proceso electoral a nivel estatal. Es crucial analizar las causas detrás de esta caída para comprender mejor las dinámicas de participación en estas comunidades y diseñar estrategias que fomenten una mayor participación ciudadana.
Cambios en las Preferencias Electorales
El análisis revela que el PRI, que anteriormente dominaba en estos municipios, ha visto una disminución constante en su votación, mientras que Morena ha ganado fuerza significativa. En las elecciones de 2022, Morena obtuvo el 49.9 por ciento de los votos en municipios de SNI, un aumento notable desde el 20.2 por ciento en 2016. Este cambio refleja una reconfiguración del sistema político en Oaxaca y una nueva fase en la dinámica política de estos municipios.
La caída del PRI en estos municipios puede atribuirse a varios factores. Primero, la pérdida de confianza en el partido debido a escándalos de corrupción y una percepción generalizada de ineficacia en la gestión pública. Además, el desgaste natural de un partido que mantuvo el poder durante décadas ha llevado a un desencanto entre los votantes, quienes buscan alternativas que prometan un cambio real y tangible. La creciente competitividad política en estos municipios también ha permitido que otros partidos, como Morena, capitalicen el descontento y presenten propuestas más atractivas para los electores.
Por otro lado, el ascenso de Morena en los municipios de usos y costumbres puede explicarse por su capacidad para conectar con las demandas y aspiraciones de las comunidades indígenas. Morena ha logrado posicionarse como un partido que promueve la justicia social, la inclusión y el respeto por las tradiciones y costumbres locales. La figura de Andrés Manuel López Obrador, con su discurso de transformación y lucha contra la corrupción, ha resonado fuertemente en estas comunidades, consolidando el apoyo hacia su partido. Este cambio en las preferencias electorales no solo indica una reconfiguración del sistema político en Oaxaca, sino también una mayor apertura y pluralidad en la representación política de los municipios de SNI.
Además, el análisis de los resultados electorales muestra que la variabilidad en las preferencias de voto está influenciada por factores socioeconómicos y demográficos. Las comunidades con mayores niveles de marginación y pobreza han mostrado una mayor inclinación hacia Morena, reflejando un deseo de cambio y mejora en sus condiciones de vida. Este fenómeno subraya la importancia de entender las dinámicas locales y las necesidades específicas de las comunidades para diseñar políticas públicas efectivas y representativas. En resumen, los cambios en las preferencias electorales en los municipios de usos y costumbres de Oaxaca evidencian una transformación significativa en el panorama político, marcada por la declinación del PRI y el ascenso de Morena como una fuerza política dominante.
Democracia y Cultura Política
Sonnleitner complementa estos hallazgos al destacar la falta de inclusión política de las poblaciones indígenas a nivel nacional. A pesar de las medidas afirmativas implementadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) para promover la representación indígena, los resultados muestran que estas políticas no han sido suficientemente efectivas. En las elecciones de 2018, solo siete candidatos indígenas fueron electos, una disminución significativa en comparación con elecciones anteriores.
Este déficit en la representación política indígena se debe a varios factores complejos. En primer lugar, la dispersión territorial y la heterogeneidad interna de las comunidades indígenas dificultan la implementación de políticas de acción afirmativa que sean efectivas en todos los contextos. Las comunidades indígenas en México no son homogéneas; varían significativamente en términos de lengua, cultura, y organización social. Esta diversidad interna significa que una política que funcione en una región puede no ser adecuada en otra, lo que complica la creación de estrategias inclusivas a nivel nacional.
Además, las barreras estructurales y culturales continúan limitando la participación política de los indígenas. A pesar de los esfuerzos del INE para garantizar la inclusión de candidatos indígenas, muchos enfrentan obstáculos significativos, como la falta de recursos económicos, la discriminación y la falta de acceso a redes políticas establecidas. Estas barreras no solo afectan la capacidad de los candidatos indígenas para competir en igualdad de condiciones, sino que también desincentivan a muchos potenciales líderes indígenas de participar en el proceso electoral.
Por último, la implementación de las medidas afirmativas ha sido inconsistente y, en algunos casos, simbólica. Aunque se han creado distritos electorales con una alta proporción de población indígena, la falta de criterios claros y la flexibilidad en la autoidentificación como indígena han permitido que candidatos no indígenas se beneficien de estas medidas. Esto ha llevado a una representación que no refleja fielmente las necesidades y aspiraciones de las comunidades indígenas. Para mejorar la inclusión política de los pueblos indígenas, es crucial revisar y fortalecer las políticas de acción afirmativa, asegurando que sean aplicadas de manera efectiva y que realmente beneficien a los candidatos indígenas.
Diversidad y Competitividad Electoral
La diversidad política en las comunidades indígenas es notable, con diferentes regiones mostrando variaciones significativas en su apoyo a diferentes partidos. Este estudio también resalta la complejidad de definir identidades indígenas en México debido a su heterogeneidad interna y dispersión territorial.
En primer lugar, la diversidad política se manifiesta en la pluralidad de partidos que reciben apoyo en las distintas regiones indígenas. Por ejemplo, mientras que en algunas comunidades el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha mantenido una presencia histórica, en otras, partidos como Morena han ganado terreno de manera significativa en los últimos años. Esta variabilidad refleja no solo las diferencias en las preferencias políticas, sino también las dinámicas locales y los liderazgos comunitarios que influyen en las decisiones electorales. La competencia política en estas regiones es, por tanto, un fenómeno complejo que no puede ser reducido a una simple dicotomía entre partidos tradicionales y emergentes.
Además, la heterogeneidad interna de las comunidades indígenas añade una capa adicional de complejidad a la definición de identidades políticas. Las identidades indígenas en México no son homogéneas; varían considerablemente en términos de lengua, cultura, y organización social. Esta diversidad interna significa que las políticas públicas y las estrategias electorales que funcionan en una región pueden no ser efectivas en otra. Por ejemplo, las comunidades nahuas pueden tener prioridades y preocupaciones diferentes a las de las comunidades zapotecas, lo que se refleja en sus patrones de votación y en su apoyo a diferentes candidatos y partidos.
La dispersión territorial de las comunidades indígenas también juega un papel crucial en la configuración de la diversidad política. Muchas comunidades indígenas están ubicadas en áreas rurales y aisladas, lo que puede limitar su acceso a información y recursos políticos. Sin embargo, otras comunidades están más integradas en contextos urbanos o semiurbanos, lo que les permite una mayor interacción con diferentes actores políticos y una mayor exposición a campañas electorales.
Esta dispersión territorial contribuye a la variabilidad en la participación electoral y en las preferencias políticas, haciendo que la representación política de las comunidades indígenas sea un desafío multifacético.
Retos
La interacción entre SNI y los sistemas de partidos políticos en Oaxaca ofrece una rica área de estudio sobre la gobernanza y la representación política en contextos multiculturales. Los SNI son valorados por su capacidad para resolver problemas comunitarios y su conexión con la tradición, pero enfrentan desafíos significativos, como la desigualdad de género y la conflictividad electoral.
En primer lugar, la diversidad interna de las comunidades indígenas plantea desafíos para su representación política. Las políticas públicas deben reconocer esta diversidad y diseñar mecanismos de representación que consideren los contextos específicos de cada comunidad. Es crucial abordar la heterogeneidad de las identidades indígenas, su dispersión territorial y las diferencias en sus preferencias políticas. Un enfoque homogéneo no logrará capturar las realidades locales y podría resultar contraproducente.
En segundo lugar, es fundamental promover la igualdad de género dentro de los SNI. A pesar del respaldo teórico a la participación femenina, en la práctica persisten barreras culturales y estructurales que limitan el acceso de las mujeres a cargos de autoridad y toma de decisiones. Se requieren programas específicos que aborden estas barreras y fomenten una participación equitativa en las asambleas comunitarias y los procesos de elección de autoridades.
Otro desafío importante es la conflictividad electoral que se ha observado en algunos municipios de SNI. Si bien estos sistemas han demostrado su capacidad para resolver problemas comunitarios, también han enfrentado tensiones y disputas en torno a los procesos electorales. Es necesario fortalecer los mecanismos de resolución de conflictos y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en los procesos electorales locales.
El discurso acompañará a los hechos cuando el porcentaje mexicanos indígenas en el país coincida con el porcentaje de representantes en los Congresos, Gubernaturas y Municipios.